viernes, 12 de septiembre de 2014

#6toAniversarioJPSUV


#6toAniversarioJPSUV.
Escrito por: Leidequer Duben.

           “ustedes son la mejor generación que ha pasado por estas tierras en 500 años”

         Vaya que grandeza encierra esa proclama del Cmdt. Chávez donde nos asume y define como una fuente vital de esta revolución que él materializó al fragor del pueblo y soldados bolivarianos. Muchos hemos creído que es así, que no hay porque contradecir estas palabras de quién es y seguirá siendo el padre de la Juventud del PSUV. Sin embargo cuando uno otea desde la grandeza de aquella frase comienza a entender que hay un cumulo de aristas que no aceleran el proceso de aceptación de que realmente somos esa generación. ¿Nos falta mucho?, sí, aun cuando hemos avanzado valiosos pasos en la captación, la formación, la organización y la movilización.

         El compa Héctor Rodríguez ha sido muy enfático en reiteradas ocasiones con este tema, él invita a cada joven que le da aliento patriótico a la JPSUV a palpar tal  afirmación del Cmdt. Chávez, no como un halago, sino como un reto, un compromiso incuestionable que tenemos que ir intensificando para poder llegar a ser, pisando firme por supuesto, eso que tanto cuesta creer, “la mejor generación”, y precisamente por todos los argumentos teórico-históricos fehacientes de luchas de un pasado reciente que nos obligan a encerrarnos en salones de reflexión para recargarnos de humildad para así poder llevar el morral de Chávez hacia senderos de combates visibles y estratégicamente analizados donde podamos asumirnos aún más valiosos de lo que ya somos en esta página de la historia.

         Seis años nos abordan ya, y miren hermanos y hermanas en Chávez cuanto nos ha costado ir moldeando las palabras del Comandante, no estoy haciendo alusión de que no hemos hecho el esfuerzo, al contrario, me siento plenamente orgulloso como miembro de la J del inconmensurable trabajo y empeño que le hemos puesto para ir creciendo, no sólo en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo. Hemos dado pasos agigantados en temas de la formación, del debate pleno, de la entrega innegable como revolucionarios y revolucionarias desde esta trinchera para las comunidades. Hemos proyectado en cada discurso, en cada palabra, en cada letra, en cada plenaria que, como hijos e hijas de Chávez debemos exigirnos más como juventud, más como políticos, más en lo humano, más en lo colectivo para forjar en la llama sagrada de nuestra patria la espada de nuestro carácter combativo e idealista.

         El oleaje del tiempo ha venido incrementando el vaivén de la dinámica política durante estos seis años, para nadie es un secreto que diversos sectores tanto externos como internos han tratado de doblegar nuestro ascenso de participación, pese a los esfuerzos planteados por estos sectores nos hemos mantenido firmes, hemos sido participes de grandes batallas y merecidas victorias que nos han adjudicado responsabilidades de gobierno como muestra de confianza, responsabilidades que asumimos con gallardía de militante y humildad revolucionaria, porque reconocemos que un error o un acierto influye en el equilibrio de todo un equipo que, entiende la magnitud del salto cuántico generacional que ha dado, a pesar de esta realidad, es importante traer a colación aquello que muchos ven como un desorden existencial “lo viejo no termina de morir y lo nuevo no terminar de nacer”, con esto me refiero a que cuando Cachamay nos dio a luz en 2008 centró sus esperanzas en nosotros, porque nos vio como una juventud sin mezquindades, sin vicios, sin envidias absurdas, sin ideas de alcanzar cimas empujando a otros al vacío. No obstante, hoy 12 de septiembre de 2014 cuando cumplimos un año más, no es fácil aceptar que, un glosario de antivalores que no había en nosotros nos fastidia cual espina de arenque en la garganta, y precisamente por eso no terminan de morir los demonios internos que nos obligan a defecarnos en la política, para que termine de consolidarse la esencia visionaria de esta juventud que nació con el estallido de la revolución. Es vital que no perdamos nuestro sur. Estamos obligados no permitirnos siquiera recrear en nuestras mentes escenas corruptivas ni individuales que vayan en detrimento de nuestros sueños, de nuestros esfuerzos y sacrificios, de nuestro amor por estas tierras que aspiran seamos su mejor generación y que seamos tan sinceros como un beso en la mejilla o un abrazo a algún camarada.

         No somos una juventud contestaría de los jóvenes de la derecha, somos un elemento básico para el desarrollo de positivas estrategias políticas de la nación. No olvidemos jamás hermanos y hermanas cual fue y sigue siendo la esencia, el motivo, la  fuerza que nos llevó a congregarnos, a conocernos, a encontrarnos para luchar hoy junto a Nicolás Maduro por mantener intacta la visión de Bolívar y los sueños de Chávez.

         Sin UNIDAD seguirá habiendo LUCHA, pero la BATALLA no nos brindará ninguna VICTORIA. Sigamos juntos Por Ahora y Para Siempre como nos los pidió el Cmdt. Chávez. Felicidades en nuestro día.


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