jueves, 21 de julio de 2016

Esquizofrénicas contradicciones.



Escrito por: Leidequer Duben.

El bienestar personal sólo se alcanza cuando se tiene plena conciencia de que cada centímetro de esfuerzo que se haga en esta gesta Chavista debe estar orientado al bienestar colectivo. Ya es inaguantable el hecho de que a estas alturas de la historia hayan “camaradas” que caigan en el hedonismo político de la derecha, estos que camuflan su inmadurez revolucionaria con una supuesta indignación hacia el Presidente Maduro porque se han venido adhiriendo a la tragicómica campañita: Maduro acabó con el legado de Hugo Chávez… vaya que eufemismo más grande, que falta de moral la de estos “compañeros de lucha” que al dejarse manosear por la Mesa de la Unidad Democrática y sus lebreles se prestan para el juego ambicioso del poder por el simple hecho de que allá, en la acera del frente la llama de sus egos se vuelve inextinguible.

         Digo esto obedeciendo a las actuales genuflexiones de muchos que veíamos (hasta la saciedad debo admitir) rasgando sus vestiduras tanto por Chávez como por Maduro, y que ahora por algún toque divino sufrieron una aberrante metamorfosis, pasando de ser: “Chavistas críticos”, a simples “Criticones del Chavismo”. Dicen que una manzana podrida pudre todo el cesto, si ese refrán lo vemos desde la óptica del compromiso militante, hay que aplaudir que gente como esa se aparte de nuestra visión patriótica, constructiva, humanista y socialista, porque es inaceptable, y más en estos momentos coyunturales, tener al lado del combate a quienes nunca han dejado de venerar la simbología Adeca, tener al lado a personas que al simple guiño de la oligarquía se prostituyan políticamente. No sólo hoy en día es inaceptable, si no una falta de respeto hacia nuestro Comandante.

Lo anterior abre las puertas a otro punto que siempre ha estado y jamás debe dejar de estar en los debates reflexivos, me refiero a aquellos y aquellas que también se rasgaron las vestiduras en la derecha y que hoy desfilan rimbombantes por tarimas del Partido Socialista Unido de Venezuela, y que cuidado pudieran no estar siendo vistos como el refrán de arriba, porque no es que moleste que trabajen dentro de gobiernos regionales o municipales, es que preocupa sobremanera ver que en el tiempo que tienen lavando las supuestas manchas de culpas que llevan en sus almas no se ha evidenciado algún aporte que tenga resonancia movilizadora en nuestra militancia, pero que aun así se les premie con cargos estratégicos y responsabilidades dentro del PSUV, responsabilidades que en mi humilde opinión sólo puede cumplir aquel o aquella que ha cultivado amor hacia los sacrificios de Hugo Chávez.

La inclusión no es un tema delicado, pero si hay que tratarla con bastante juicio, debe estar signada por la bienvenida sincera hacia todos los que vengan cargados de deseos de trabajar, de aportar a la visión productiva del Pdte. Maduro y de nuestro Pueblo, de luchar contra el flagelo económico de aquellos interesados en ver arder nuestra Patria, en fin, la bienvenida sincera a los y las que vengan buscando satisfacción de servir, lo que sí consideraré siempre un error mayúsculo es lo planteado en el párrafo anterior, ya duelen los oídos de tanta queja que no carecen de argumentos éticos por parte de esos compatriotas que han sudado sangre junto al Comandante Chávez y ahora con Maduro, los de siempre, los del ejemplo, los que mueven, los que convencen, los que buscan, los que llevan, los que se convierten en votos para la revolución, los dirigentes que sufren cuando otros dirigentes son dejados en la trastienda de la historia, los que no buscan cargos, si no responsabilidades, los vejados por un “Chavista” recién llegado de la MUD.

Por eso, en medio de este amasijo de esquizofrénicas contradicciones por parte de algunos siempre existirán turbulentas reflexiones por parte de otros, lo cierto es que cada vez se hace más difícil saber quién es peor, si el que dijo ser Chavista que nunca aportó nada y ahora está en la MUD o el de la MUD que ahora dice ser Chavista y aporta nada.

Me declaro en favor de un PSUV menos panfletario y más entregado en cuerpo y alma a las luchas diarias de los hombres y mujeres que construyen Patria desde sus comunidades y con sus comunidades.

Chávez vive... Maduro Sigue…


Esquizofrénicas contradicciones.



Escrito por: Leidequer Duben.

El bienestar personal sólo se alcanza cuando se tiene plena conciencia de que cada centímetro de esfuerzo que se haga en esta gesta Chavista debe estar orientado al bienestar colectivo. Ya es inaguantable el hecho de que a estas alturas de la historia hayan “camaradas” que caigan en el hedonismo político de la derecha, estos que camuflan su inmadurez revolucionaria con una supuesta indignación hacia el Presidente Maduro porque se han venido adhiriendo a la tragicómica campañita: Maduro acabó con el legado de Hugo Chávez… vaya que eufemismo más grande, que falta de moral la de estos “compañeros de lucha” que al dejarse manosear por la Mesa de la Unidad Democrática y sus lebreles se prestan para el juego ambicioso del poder por el simple hecho de que allá, en la acera del frente la llama de sus egos se vuelve inextinguible.

         Digo esto obedeciendo a las actuales genuflexiones de muchos que veíamos (hasta la saciedad debo admitir) rasgando sus vestiduras tanto por Chávez como por Maduro, y que ahora por algún toque divino sufrieron una aberrante metamorfosis, pasando de ser: “Chavistas críticos”, a simples “Criticones del Chavismo”. Dicen que una manzana podrida pudre todo el cesto, si ese refrán lo vemos desde la óptica del compromiso militante, hay que aplaudir que gente como esa se aparte de nuestra visión patriótica, constructiva, humanista y socialista, porque es inaceptable, y más en estos momentos coyunturales, tener al lado del combate a quienes nunca han dejado de venerar la simbología Adeca, tener al lado a personas que al simple guiño de la oligarquía se prostituyan políticamente. No sólo hoy en día es inaceptable, si no una falta de respeto hacia nuestro Comandante.

Lo anterior abre las puertas a otro punto que siempre ha estado y jamás debe dejar de estar en los debates reflexivos, me refiero a aquellos y aquellas que también se rasgaron las vestiduras en la derecha y que hoy desfilan rimbombantes por tarimas del Partido Socialista Unido de Venezuela, y que cuidado pudieran no estar siendo vistos como el refrán de arriba, porque no es que moleste que trabajen dentro de gobiernos regionales o municipales, es que preocupa sobremanera ver que en el tiempo que tienen lavando las supuestas manchas de culpas que llevan en sus almas no se ha evidenciado algún aporte que tenga resonancia movilizadora en nuestra militancia, pero que aun así se les premie con cargos estratégicos y responsabilidades dentro del PSUV, responsabilidades que en mi humilde opinión sólo puede cumplir aquel o aquella que ha cultivado amor hacia los sacrificios de Hugo Chávez.

La inclusión no es un tema delicado, pero si hay que tratarla con bastante juicio, debe estar signada por la bienvenida sincera hacia todos los que vengan cargados de deseos de trabajar, de aportar a la visión productiva del Pdte. Maduro y de nuestro Pueblo, de luchar contra el flagelo económico de aquellos interesados en ver arder nuestra Patria, en fin, la bienvenida sincera a los y las que vengan buscando satisfacción de servir, lo que sí consideraré siempre un error mayúsculo es lo planteado en el párrafo anterior, ya duelen los oídos de tanta queja que no carecen de argumentos éticos por parte de esos compatriotas que han sudado sangre junto al Comandante Chávez y ahora con Maduro, los de siempre, los del ejemplo, los que mueven, los que convencen, los que buscan, los que llevan, los que se convierten en votos para la revolución, los dirigentes que sufren cuando otros dirigentes son dejados en la trastienda de la historia, los que no buscan cargos, si no responsabilidades, los vejados por un “Chavista” recién llegado de la MUD.

Por eso, en medio de este amasijo de esquizofrénicas contradicciones por parte de algunos siempre existirán turbulentas reflexiones por parte de otros, lo cierto es que cada vez se hace más difícil saber quién es peor, si el que dijo ser Chavista que nunca aportó nada y ahora está en la MUD o el de la MUD que ahora dice ser Chavista y aporta nada.

Me declaro en favor de un PSUV menos panfletario y más entregado en cuerpo y alma a las luchas diarias de los hombres y mujeres que construyen Patria desde sus comunidades y con sus comunidades.

Chávez vive... Maduro Sigue…


miércoles, 16 de marzo de 2016

Es contigo camarada. Por: Leidequer Duben.

Quien tenga dudas en la actualidad de los planes conspirativos, desestabilizadores y golpistas de la MUD y sus lebreles politiqueros, no sólo es un pendejo o pendeja meando fuera del perol, si no que deja en evidencia que una profunda sequía emocional agrieta su esfera perceptiva de lo social, siendo este defecto o efecto el que controla los hilos de sus opiniones, haciéndole o haciéndola rayar a veces en el ridículo, pues sin darse cuenta emiten absurdos y ensalivados discursos contra el Gobierno Bolivariano carentes de argumentos sostenibles, porque para él o para ella, la salida, “única”, “innegable”, “razonable”, y “escrita en no sé cuál Salmo de la Santa Biblia”, es la renuncia del Pdte. Nicolás Maduro, incluso el hacinamiento de excremento que tienen el cerebro les da para que agreguen a todo ese andamiaje golpista, la profética frase: ¡Está escrito!

La actitud de los voceros y voceras de la derecha venezolana día a día se torna más nefasta, nada atípico de ellos y ellas. Cada palabra es una alusión a “causas nobles” que están manchadas por insinuaciones demoniacas enfiladas hacia el Palacio de Miraflores, es claro que nosotros tenemos un sur, que ya no sólo se traduce como la preservación del legado del Cmdt. Chávez, si no en un definitivo acompañamiento moral signado por la constancia y la más alta lealtad para con su hijo Maduro, ella, la MUD tiene el mismo norte desde que el Arañero juró sobre aquella moribunda, el mismo plan trasnochado que, no sólo han diversificado e intensificado, si no renovado en una serie de estrategias nacidas de histerias y rabietas de “políticos” mimados, un plan que en su afán de verse materializado se ha convertido en todo un experto mixólogo cuyo único cóctel lo prepara con odio, lágrimas, sangre y muerte, porque cualquier mecanismo de índole constitucional que no haga juego con el sadismo, cinismo y sus borracheras de egos, desfigura por completo el plan, el mismo target, la Presidencia de esta Patria.

Quien hoy dirige la Asamblea Nacional, sabe que hay un grupo de venezolanos y venezolanas que apuestan a que se desate de una vez por todas una ola de caos, matanzas colectivas, asesinatos selectivos, apuestan a que aquella película de terror vivida en las guarimbas del 2014 tenga una segunda parte, esto no sólo hay que decirlo con responsabilidad, si no hablarlo en cualquier parte sin tapujo alguno, sin temor a ser tildado de paranoico, porque se palpa en sus palabrerías, en sus comentarios fascistas, se palpa en sus ojos cuando ven que llevas puesta la gorra tricolor 4F. Esto ya no corresponde sólo al terrorismo emocional proveniente de los medios nacionales e internacionales que atacan sin piedad al Pueblo Chavista, si no que a todo ese entramado para nada irrisorio se le anexa la figura de ese que, circunstancialmente hoy preside la AN, un personaje que sabe manejar sin maniqueísmos el papel que le ha tocado jugar, un experto en elegir frases altisonantes que transmiten códigos de odio más eficaces y que lo proyectan como el más idóneo para llegarle a ese grupo de venezolanos y venezolanas que creen que esto se arregla a los coñazos. Ramos Allup, a quien ahora sus sirvientes mediáticos lo venden como candidato presidencial como si este Pueblo tuviese recuerdos vagos de su proveniencia y perfil, es sin duda el botón de autodestrucción de la oposición venezolana, pero ello no implica que no se esté forjando su imagen presidencial, porque él sabe que Capriles sólo levanta sospechas, que a Leopoldo no es conveniente tenerlo en las calles, que a María Corina le urge asistencia psiquiátrica más que a Leopoldo y que el filósofo Rosales es una simple burla hecha hombre, en ese sentido quedaría un cartucho, Henry falcón, pero obviamente Ramos Allup no va a permitir que el logo de Avanzada Progresista pisotee el de Acción Democrática, porque eso sería un golpe bajo a su ya marchitado ego.

La realidad que vivimos está condicionada en una serie de elementos que hay que saber comunicar, proyectar, publicar, compartir, elementos sociales, económicos, culturales, nacionales e internacionales que son interesantes, pero que hay que hacerlos relevantes para debates sinceros entre nosotros mismos o con la oposición. Los medios de la derecha siempre van a vender la imagen del Pdte. Maduro, su Gobierno y su Pueblo, como la raíz del desastre, pese a todo esfuerzo nacido de clamores sociales, pese a todo esfuerzo por mejorar la economía del país, pese a todo esfuerzo por neutralizar la guerra económica, pese a todo esfuerzo que se haga contra sequias, bajas de precios del petróleo, ataques y amenazas de: enmienda, revocatorio, constituyente, salida, golpes, descargues de arrechera o cualquier otra andanada de miserables ideas que se le ocurra a la MUD. A los medios de la derecha y sus voceros digitales les convienen tenernos asediados con su guerra asimétrica porque saben que estamos mejores formados ideológicamente, asimismo les conviene seguir inyectando silenciosamente contenidos tergiversados a su audiencia para que no dejen de creer que asesinos, terroristas, banqueros prófugos y demás joyas son heróes.

No es momento de simpatizar con la hipocresía. No es momento de lanzar coñazos al vacío. No es momento de temerle a la autocrítica verdaderamente Chavista. No es momento de crear discusiones estériles. No es momento de decir que con el Cmdt. Chávez no estuviéramos viviendo esto. No es momento de echarnos las que nos guindan al hombro. No es momento de vociferar sandeces. No es momento de pensar en el yo. No es momento de improvisaciones. No es momento de engañar ni de llamarnos a engaño. No es momento de promesas que no estén concebidas por compromisos. Ya no es momento de lamentos, es el momento de las propuestas productivas. Es el momento de sincerar si somos o no como Chávez y asumir los problemas. Es el momento de salirle al paso a las adversidades. Es el momento de que los medios sean instrumentos nuestros y no nosotros instrumentos de ellos. Es el momento de hacer comunicación de altura, sin vacilaciones, para nada panfletaria, más informativa sobre lo que se hace y se hará. Es el momento de pensar en el nosotros. Es el momento de accionar con premeditación, con rectificación, con el impulso patriótico más profundo. Es el momento de señalar a quienes son dóciles a actos de corrupción, a quienes se prostituyen por dadivas burocráticas. Es el momento de enterrar la infamia y la deslealtad. Es el momento de que las bases del PSUV y del GPP sean banderas de dignidad. Es el momento de tocar a nuestro Pueblo para invitarlo al trabajo, y no manosearlo para sumergirlo en la desesperanza. Es el momento de que “el no cruzarnos de brazos” deje de ser retórica y se convierta en acción diaria. Es el momento de dejar de ser cómplices delincuenciales indirectos de quienes se dicen Chavistas para cometer cualquier delito. Seamos los líderes, lideresas, los cuadros que Chávez quiso, si es el momento de ser revolucionarios y revolucionarias, seámoslo entonces al lado de Maduro, porque si es el momento de la Patria no le corresponde asumirlo sólo a él.

viernes, 20 de marzo de 2015

Remembranzas de un noctámbulo.






Pasos desorientados que no producen sonido y trazan un esquizofrénico rumbo sólo por encontrar un refugio en ella, mi amada. Pensamientos pantanosos que irritan mi mente. Besos calculados de forma frívola y sutil que se ejecutan sin anestesia alguna. La imaginación duele cuando se conversa con la inspiración, pues se encienden mechas que inician un gran oleaje de ideas que no conducen a nada y que al hacerlo conducen a todos lados.
Miro temblar su labio inferior mientras nos pintamos un beso con los dedos. Froto todas mis intenciones vagas para que aparezca la esencia sensual de nuestros poros cual genio de lámpara concediendo deseos. Imito el vuelo de un ave mientras recorro su espalda con la lengua, la extraño, y duele aunque me haga sentir vivo en un sueño muerto. Lleno mi vasija de lágrimas y al sumergirme en ésta navego por recuerdos que ondean la bandera con el nombre de ella, mi amante nocturna, mi compañera de la mañana. Ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
Dibujo su rostro en el suspiro suave del humo de un cigarrillo. Las nubes se desintegran con el calor y caen en pedazos mojando el contraste de mi piel haciendo que brote colores de podredumbre por sentirme solo cuando la tengo lejos. Cada noche es un cuchillo envenenado que arranca uno a uno mis lunares y los devora el aire sin contarlos como lo hace ella. Se me adormece la sonrisa tras exhalar su nombre como intentando repetirlo para que esta tortura de no tenerla no me lo arrebate.
El sol como plato de oro quema mis miedos, y se lo agradezco, porque ¡Ay de mi amor sin ella!, pues he tenido premociones fatídicas y en cada una me veo triste sentado frente a las escaleras de una casa comidas por el salitre, hundido en el fondo del alcohol sin derecho a vender mis ropas y mi piel para recuperar mi alma, esta alma que no es más que la dulce melodía de la voz de mi amada cuando menciona mi nombre en cada gemido. Ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
Me miro al espejo y encuentro su reflejo, el mío se lo llevo ella como acompañante en esta distancia que permite una conexión sin audio. Beso mi dedo índice en señal de nuestro pacto incondicional y le transfiero toda la energía desde este lado del portal que insiste en hacerme creer a través de él no estamos tan lejos, pero el consciente latido de melancolía, que aunque parezca irónico, me dice dándome la espalda que sus labios están lejos y tardará solo días en volver.
Llueve repentinamente y el cielo se agrieta en relámpagos que producen ardor en mi corazón. Cada rincón en las calles lleva nuestros nombres tatuados con tinta invisible y me hacen sonreír con canciones que se adaptan a nuestra historia. Parejas amantes se pasean frente a mí en carnavales de besos y abrazos que incitan al suicidio de mi fortaleza, pero entiendo que como esas parejas, ella y yo hemos recorrido esta ciudad gris faltándole el respeto a la gente con nuestro amor, porque es más fácil faltarle el respeto a la gente que a las ganas de amarnos y acariciarnos con las insinuaciones de nuestros labios, pero es triste, porque ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
El tiempo parece bloquearse cada vez que me desespero, juega conmigo, me eleva y me lanza como una hoja de papel sin letras hacia el abismo sin salida de la frustración, sin embargo lucho por no respirar bajo el lago de su ausencia para no ahogarme en el desnivel que me dejan las burbujas de mis pulsaciones aceleradas. Me acuesto a esperar porque sé que en las noches es que sueño con ella. No hay consuelo en esta odisea inconcebible que me guía de manera forzosa hacia mi deceso.
Me invento mil formas de derribar este desasosiego que inmuta mis movimientos. Ella controla mis hilos, ella promueve mi felicidad, ella, ella, solo ella me hace obviar la decadencia de la sociedad. Hago un collage con fotos viejas y nuevas y me pierdo deliberadamente sin siquiera tener un poco de raciocinio por mantener los pies en la tierra, ¿Porqué de qué valdría amar sin sentir aspaviento por la persona amada? Una disyuntiva me hace parecer sordo ante el mundo ciego que no veo sin ella. Ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
La luna de vez en cuando me roza el rostro con suaves pétalos de su brillo. Mis ojos se vuelven estrellas que miran a mi amada en su ausencia. ¡Que látigos tan obsesionados con el dolor los que dibujan cicatrices en mi espalda! Ella, ella, no quiero dejar de saber de ella, pues quema como fuego envenenado, abraza y quema, besa y quema, y al hacerme el amor me envuelve en lava y en un crepitar mudo que no es más que suspiros de fuego que me hacen desaparecer.
Amalgamo ciertas razones y motivos para que aumente este sentimiento del que me aferro cual sediento al agua, cual moribundo a la vida, cual suicida a la muerte. Ella ha encriptado mi espíritu y lo ha vuelto la sangre de su alma, me parece perfecto, sí, me parece perfecto. Este excelso deseo que siento por su desnudez me aturde y hace vibrar toda mi existencia, la amo, sí, la amo y ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
Los ebrios días ventilan el inédito murmullo de quien se ahoga en amores perdidos, pero yo no formo parte de esta pantomima, que a decir verdad radica en el más vil acto de pesadez desde donde se asoman vacilantes segundos que no aspiran a ser minutos. Montañas de palabras nacen frente a mí y compongo un sinfín de oraciones que aunque no lleven el nombre de mi amada llevan su rostro matizado en una inspiración que es la muestra perfecta para convertir la fantasía en realidad.
Al partir ella se lleva todo de mí y al volver me regresa más de lo que se llevó, pues basta solo con palpar el olor de sus cabellos cuando bailan frente a mí para sentir que me devuelve más de lo que se lleva. Este amor compone palabras desaparecidas, perfecciona el aire, distorsiona el ambiente, construye un puente de placer y deseo sobre el mar de la soledad. La deseo tanto que sería capaz de hacer que tiemble la tierra con un salvaje roce de su piel. La amo, la amo más que ayer, más que hoy y aún sin tener una visión exacta del futuro, la amo más que mañana, pero ahora mismo, solo ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
Me desvelo en el leve pronunciamiento de su nombre. Me hundo en el ocaso de sus ojos mientras visto de agonía la pulcritud de aquellas palabras que no mencionamos al quitar las ropas de los besos silenciosos que nadan en rumbo contrario a las agujas del reloj. Descuido mi defensa y ella entra sigilosamente acariciando el brillo de las palabras que deja guardada en el vibrar de la noche, en el ensueño de las estrellas. La espera tarda, el encuentro es ambivalente.
Escapa de mi mente y huye al claroscuro de las calles olvidadas. Me ignora sin querer cual semáforo sin luz que me desorienta mientras el sol baña completamente el asfalto que es invadido por el musgo, ese musgo que forma un mundo en miniatura perfecto y nos hace sentir gigantescamente idiotas. Un triste relámpago se pierde en su unísono llanto sin tener rincón alguno con el cual chocar para así rebotar contra mi cara y quitarme el maquillado disfraz de alegría creado por inútiles coincidencias que sólo hacen bulto.  Ahora mismo quisiera estar soñando en sus manos.
Me desvelo en el leve roce de su distancia y cavilo en esa desnudez que vivifica mi aliento, este aliento que gotea sin ritmo y sin sonido. Íngrima tortura y sutil dolor que componen melodías de miedo en mis entrañas. Se deshilacha mi piel en suaves jirones cada vez que sé de ella, cada vez viste a mis oídos con sus susurros, cada vez que se lleva el color de mi piel en lamidas de placer. Que deseo tan masoquista este, que lleva la marca de su nombre y la firma de mis besos, que deseo tan masoquista este, que me apaga la vida en aruños de muerte y me la enciende en caricias prohibidas.
Me cuesta tanto mantener estos tumefactos pensamientos de nosotros, siento que me desharé en pedazos y volveré a la normalidad vistiendo su piel. Detesto tenerla lejos porque el suelo se vuelve movedizo y no soporto sostener la respiración evitando hundirme para no perderme en el paralelo mundo de los exiliados del desamor. Mi habitación se borra poco a poco y va dejando trazos de un desierto de fotos sin velar, un desierto que se adhiere al desesperado murmullo del tiempo que, me enviste con fuertes dosis de mensajes vacíos. Como quisiera tener el poder de construirle esa casa bajo el mar antes que las personas terminen de matarse unas con otras, como quisiera ahora mismo estar soñando en sus manos.
Me desvelo en el leve trasfondo de su sonrisa, ese que no es más que la carcajada ahogada de su ser. Sorteo con cierto riesgo los declives de la monotonía volviéndome un asesino sin fines de lucro de la parsimonia que frustra mi andar, este andar sin control porque ella está lejos. El sugestivo sahumerio de inciensos me eleva por recuerdos alegres que me ponen triste, recuerdos que me hacen refugiar en libros de poesía incomprensible, poesía muerta por el tiempo. Como me gustaría colocarle una pistola en la cabeza al ser que controla el tiempo y chantajearlo con matarle para que apresure sus pasos para que ella vuelva corriendo a abrazarme con esa sonrisa me congela.
Su amor es mi religión y soy genuflexo ante su santa inquisición. No consigo manipular la forma con la que se dilapidan mis intenciones de querer ser el visor de sus senderos. El viento me arrastra hacia un punto cardinal que no aparece en mi brújula. Que fatiga tan obscena me causa estar sediento de sus besos, esos besos que me ha enseñado y que he perfeccionado yo. Ansío sin vacilación alguna entrar cada noche a su cuarto mientras está ausente y abrigarme con ese dulce sabor de su olor que deja impregnado en sus sabanas, las mismas sabanas que han cubierto nuestra naturaleza desnuda mientras ambos intentamos asesinarnos de pasión. Su ausencia es electrizante, daría lo que fuera por estar ahora mismo soñando en sus manos.
Me desvelo en el leve sonido de las olas que llegan desde otras costas hasta mis pies con cierta ignorancia y temor de llevarme. Me duele el alma cuando almuerzo solo y la esquizofrenia me hace imaginarla sentada a mi lado y me insinúa que me da un abrazo desde atrás. Me automedico con la mirada, el abrazo y el beso que me da al partir, siento que me dará cáncer con su nombre. Las cosas pierden sus colores sin su aliento y yo pierdo los latidos si no está constantemente tocando mi corazón. Quiero besar sus ojos cada mañana y plasmarle las huellas de mis labios en los suyos para desvelarme en el leve suspiro de su nombre y en su voz llamándome.
Por eso y más quiero que tan sólo por una noche me rescate del naufragio al que me ha condenado la lejanía de sus labios. Que me permita el derecho a vivir inexorable de ese desequilibrio incesante de sus pupilas cuando me mira. Que me otorgue tiempo para que mis manos le muestren a su espalda como se transfigura el oxígeno gris y se convierte en gemidos que sonrojan.
Que me dé poder para cubrir el espacio que ocupa esa soledad que la convierte en su presa. Que me deje convertir sus anhelos de escape en un reloj de arena interminable. Que no postergue más el sonido simbólico del himno compuesto por mis suspiros, estos que borrarán sus miedos con un beso condenado a ser prisionero en su boca. Las noches no se inventaron para beberlas sin compañía, al menos no para ella ni para mí, pero si así fuese para la eternidad, que ella, mi amada me lleve en su ropa, en su cabello, en las grietas desiertas de su boca y me esparza en su cama para que me quite estas ganas de querer ahora mismo estar soñando en sus manos.
Por eso quiero que tan sólo por una noche me haga caer en el juego del destino y seamos títeres de este hecho inenarrable que nos invita a desangrarnos de lujuria al cuidado de una vela que crepita danzante frente a dos amantes que no somos ya. Que tan sólo por una noche cierre sus ojos mientras la observo y al abrirlos en la mañana me vea durmiendo a su lado.
Que cierre sus ojos y me encuentre más allá de sus parpados, en esos sueños donde buscar la felicidad es un interminable viaje sin equipaje. Que llegue a mi cuarto y me observe al borde de la cama, nostálgico, sin remedio, un caso perdido en este juicio injusto, y no sienta lastima ni compasión, sino amor como ayer, ese ayer envejecido. Que se sorprenda al ver como mis suspiros han mutado en lágrimas que se desvanecen como aquellos momentos donde solía apoyar mi cabeza sobre sus pechos para auscultar la canción de su vida, aquellos momentos cuando me dormía con el rítmico fluido de su sangre después de limpiar el sudor de su cuello con mi lengua.
Por eso y más, quiero que difumine con su aliento esta melancolía que se ha convertido en un crujido tormentoso que borra sin la mínima piedad cada rasgo del destino para el que fuimos hechos. Ella ignora que su aroma se ha convertido en polvo seco incapaz de flotar, ese polvo que inunda mi respiración para hacerme estornudar con la misma fuerza con la que la amo. Ya no estoy donde ella está, se ha ido a donde creo no quiere que yo esté.
Ya no sólo quiero soñar en sus manos, yo quiero ser las manos donde ella sueñe. Quiero ser el sueño que cubra sus manos, porque yo prisionero del insomnio, noctámbulo de su recuerdo, soy más que su otra mitad. Soy el único capaz de controlar el don con el que percibo el olor de un café a las cinco de mañana con tan sólo mirar sus ojos, sí, esos ojos marrones que me hacen perder en sus gritas misteriosas, como si fuesen un agujero negro que me transporta a otra dimensión construida por el contacto insaciable de su abdomen sudado con el mío.
No sólo quiero estar ahora mismo soñando en sus manos, quiero que ella, diosa, hembra toda, me guíe a buscar la salida de este laberinto para despertar de este sueño donde no puedo dormir sin su aliento. Tan sólo regresar a esos días donde ella era un “buenos días” en voz baja.

viernes, 12 de septiembre de 2014

#6toAniversarioJPSUV


#6toAniversarioJPSUV.
Escrito por: Leidequer Duben.

           “ustedes son la mejor generación que ha pasado por estas tierras en 500 años”

         Vaya que grandeza encierra esa proclama del Cmdt. Chávez donde nos asume y define como una fuente vital de esta revolución que él materializó al fragor del pueblo y soldados bolivarianos. Muchos hemos creído que es así, que no hay porque contradecir estas palabras de quién es y seguirá siendo el padre de la Juventud del PSUV. Sin embargo cuando uno otea desde la grandeza de aquella frase comienza a entender que hay un cumulo de aristas que no aceleran el proceso de aceptación de que realmente somos esa generación. ¿Nos falta mucho?, sí, aun cuando hemos avanzado valiosos pasos en la captación, la formación, la organización y la movilización.

         El compa Héctor Rodríguez ha sido muy enfático en reiteradas ocasiones con este tema, él invita a cada joven que le da aliento patriótico a la JPSUV a palpar tal  afirmación del Cmdt. Chávez, no como un halago, sino como un reto, un compromiso incuestionable que tenemos que ir intensificando para poder llegar a ser, pisando firme por supuesto, eso que tanto cuesta creer, “la mejor generación”, y precisamente por todos los argumentos teórico-históricos fehacientes de luchas de un pasado reciente que nos obligan a encerrarnos en salones de reflexión para recargarnos de humildad para así poder llevar el morral de Chávez hacia senderos de combates visibles y estratégicamente analizados donde podamos asumirnos aún más valiosos de lo que ya somos en esta página de la historia.

         Seis años nos abordan ya, y miren hermanos y hermanas en Chávez cuanto nos ha costado ir moldeando las palabras del Comandante, no estoy haciendo alusión de que no hemos hecho el esfuerzo, al contrario, me siento plenamente orgulloso como miembro de la J del inconmensurable trabajo y empeño que le hemos puesto para ir creciendo, no sólo en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo. Hemos dado pasos agigantados en temas de la formación, del debate pleno, de la entrega innegable como revolucionarios y revolucionarias desde esta trinchera para las comunidades. Hemos proyectado en cada discurso, en cada palabra, en cada letra, en cada plenaria que, como hijos e hijas de Chávez debemos exigirnos más como juventud, más como políticos, más en lo humano, más en lo colectivo para forjar en la llama sagrada de nuestra patria la espada de nuestro carácter combativo e idealista.

         El oleaje del tiempo ha venido incrementando el vaivén de la dinámica política durante estos seis años, para nadie es un secreto que diversos sectores tanto externos como internos han tratado de doblegar nuestro ascenso de participación, pese a los esfuerzos planteados por estos sectores nos hemos mantenido firmes, hemos sido participes de grandes batallas y merecidas victorias que nos han adjudicado responsabilidades de gobierno como muestra de confianza, responsabilidades que asumimos con gallardía de militante y humildad revolucionaria, porque reconocemos que un error o un acierto influye en el equilibrio de todo un equipo que, entiende la magnitud del salto cuántico generacional que ha dado, a pesar de esta realidad, es importante traer a colación aquello que muchos ven como un desorden existencial “lo viejo no termina de morir y lo nuevo no terminar de nacer”, con esto me refiero a que cuando Cachamay nos dio a luz en 2008 centró sus esperanzas en nosotros, porque nos vio como una juventud sin mezquindades, sin vicios, sin envidias absurdas, sin ideas de alcanzar cimas empujando a otros al vacío. No obstante, hoy 12 de septiembre de 2014 cuando cumplimos un año más, no es fácil aceptar que, un glosario de antivalores que no había en nosotros nos fastidia cual espina de arenque en la garganta, y precisamente por eso no terminan de morir los demonios internos que nos obligan a defecarnos en la política, para que termine de consolidarse la esencia visionaria de esta juventud que nació con el estallido de la revolución. Es vital que no perdamos nuestro sur. Estamos obligados no permitirnos siquiera recrear en nuestras mentes escenas corruptivas ni individuales que vayan en detrimento de nuestros sueños, de nuestros esfuerzos y sacrificios, de nuestro amor por estas tierras que aspiran seamos su mejor generación y que seamos tan sinceros como un beso en la mejilla o un abrazo a algún camarada.

         No somos una juventud contestaría de los jóvenes de la derecha, somos un elemento básico para el desarrollo de positivas estrategias políticas de la nación. No olvidemos jamás hermanos y hermanas cual fue y sigue siendo la esencia, el motivo, la  fuerza que nos llevó a congregarnos, a conocernos, a encontrarnos para luchar hoy junto a Nicolás Maduro por mantener intacta la visión de Bolívar y los sueños de Chávez.

         Sin UNIDAD seguirá habiendo LUCHA, pero la BATALLA no nos brindará ninguna VICTORIA. Sigamos juntos Por Ahora y Para Siempre como nos los pidió el Cmdt. Chávez. Felicidades en nuestro día.


jueves, 20 de marzo de 2014

¡Una pizca de conciencia porfa pana! Escrito por: Leidequer Duben.



“Si a los jóvenes se les invita a levantar un puente, son pocos los que se aprestan a esa tarea constructora, pero si se les invita a destruir un puente son muchos los que contribuyen a derribarlo”. 



La cita con la que abro este artículo reposa inexorable ante el tiempo en el libro “Joven, Empínate” del maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa, mostrado por primera vez en 1967. Pese al tiempo que ya nos ha caído encima desde aquellos años, se mantiene vivo el contenido desarrollado en todas sus páginas y nos yuxtapone un punto de vista verdaderamente reflexivo que conlleva a conclusiones bien argumentadas en los acontecimientos que ha vivido nuestra patria desde el 12 de febrero del presente año. Ciertamente la cita de arriba encierra todo un sin número de preguntas, pero no podemos obviar el hecho que, la metamorfosis que nuestra conciencia ha sufrido basado en el proceso enseñanza-aprendizaje dentro de la concepción Bolivariana y Chavista nos aparta de ipso facto de esos jóvenes, porque hemos aprendido no solo a tener sentido de pertenencia sino a conectarnos sentimentalmente con nuestros logros, y de ello se desprende el dolor por verlos destruidos y arreciados por la lluvia de odio de algunos pocos.



Ahora bien, ha quedado demostrado que el trabajo psicológico impuesto por los grandes tanques de pensamientos ha tenido una buena cosecha, productos (jóvenes) que sin darse cuenta han sido programados para ser agentes multiplicadores de mensajes cuyo fin no es afirmar o negar una información, sino alimentar la alienación ya implantada para llegar a tener soldados no solo en la guerra 2.0, también en el campo terrenal, verbigracia aquellos que logras escuchar maldecir al gobierno mientras espera en una cola de Mercal buscando una reacción en cadena de críticas que nunca llegan. Si he de atreverme a decir cuando comenzó este emporio mediático a imbuir toda esta paranoia social en la oposición venezolana, creo que fue al ganar el Cmdt. Chávez las elecciones del 98, de ahí se movilizó toda una artillería poderosa de empresarios, politiqueros, dueños de medios de comunicación con contactos que hicieron más fácil el acceso al imperio yanki, que al ver tocados sus intereses arremeten sin piedad no solo contra un hombre sino contra un pueblo entero. La historia se repite con Maduro.



Hoy en día la estolidez de muchos jóvenes ha aumentado por el constante ataque psicológico, y eso los convierte en presas fáciles de manipulación, lo que implica  un peligro, porque cuando azotas tanto a un león no esperes que salga a dar besos al ser desencadenado. Es por eso que se ha suscitado todo este tipo de vandalismo, arrojando un saldo lamentable de más de treinta venezolanos asesinados, que por distintas razones se encontraban en el minuto que no debían. Pero, ¿Acaso el odio visceral hacia un gobierno tildado estúpidamente de dictatorial es razón suficiente para salir a arrasar con todo lo que consigan a su paso? ¿Para poder derrocar a un gobierno electo por mayoría se amerita de guayas que degollen motorizados? ¿Qué culpa tienen los árboles de que a los escuálidos no les guste como le queda el bigote al Pdte. Maduro? ¿Qué tipo de catarsis espiritual hará ahora el señor Leopoldo López y compañía para entender que, debido a su grandísima irresponsabilidad ha acaecido toda esta tragedia que ha enlutado casas de hermanos y hermanas venezolanas? Creo que muy en el fondo de alma podrida de este señor no hay espacio para arrepentimientos, pero sí, para una ahogada risa que debería acompañarle cual mejor amiga por mucho tiempo en la cárcel.



La actitud de nuestro pueblo chavista ha sido la más adecuada aún cuando nos embarguen impulsos de pasarle por encima a toda esta ola de desgracia, pero el Cmdt. Chávez nos enseño que la mejor forma de vencer a este tipo de enemigos es con la paz, paz que abrazamos y ondeamos como bandera de verdadera esperanza, paz que estos sectores pisotean frente a nosotros deliberadamente a sabiendas que estamos obligados moralmente a no caer en el juego de la confrontación cuerpo a cuerpo, pero ¿Cuánto puede durar tal obligación moral? Debería ser todo lo necesario para no crear las condiciones perfectas para una intervención extranjera, pues de ser así no quedaría vivo venezolano alguno previo a dicha injerencia militar. Confío en un dialogo sincero entre nosotros los jóvenes, sé que no todos los jóvenes de la oposición están comprometidos desde la medula con esta barbarie, confío que uno, por lo menos uno tome el control de sus ideas y se desconecte de ese ambiente neurointeractivo que le hace creer que colocar una barricada, un francotirador, una guaya es parte de un guión para videojuegos.



¿Quién en su sano juicio pensó que Leopoldo López y María Corina Machado podrían dirigir toda una masa de violentos cuando ni ellos, como actores políticos no saben dirigirse? Creo que en este caso no sería “dirigir” sino “controlar”, aún así, a ambos se les escapó de las manos. La idea de la salida fue el artilugio para sembrar resortes emocionales que permitirían reactivar el golpe de estado en Venezuela, aquí confluyeron y lo siguen haciendo, los medios internacionales basándose en toda la gama de asesores mediáticos que tienen para proyectar, si se quiere hasta al mismo planeta Marte que el gobierno del Pdte. Maduro está reprimiendo brutalmente a malandros drogadictos que se hacen pasar por estudiantes pacíficos, o viceversa.



Creo que fueron víctimas de sus propias consignas, porque se cansaron y eso les llevo a perder una vez más. Maduro orinó en la mecha lenta del golpe en cuestión. ¡El arte de la guerra! Ellos mismos produjeron un efecto de rechazo que permitió todo una galería de puestas en escenas que no eran cónsonas con lo que profesaban. Quedaron en pena, no solo en nuestro país, sino con sus amigos del mundo como lo hacían ver por las redes sociales. La oposición nunca se ha manejado por medio de la improvisación, al menos no al comienzo de acciones como estas, es premeditada, y tal virtud le permite amalgamar situaciones y posturas que permiten crear un arquetipo de batalla campal que no les favorece nunca, ni siquiera en lo electoral donde están destinados a ser derrotados, destino que Reinaldo Dos Santos no ha podido contrarrestar. Ellos saben que esta guerra se gana con votos, no con visiones fatídicas, así de simple.



¿Qué nos depara la detención de Leopoldo López, Daniel Ceballos y Scarano? Sin olvidar que la señora Machado también está al borde del desfiladero por conspiración a su país. Realmente no debería preocuparnos, porque contamos con una Fuerza Armada Nacional Bolivariana sólida y apegada a la Constitución, y un pueblo indómito que saldrá con mayor contundencia que en abril del 2002. También somos como esos leones que azotan, no se crean, de esos que azotan con barbarie, con indignación, y que si nos llegarán a desencadenar el resultado sería irreversiblemente triste. Pero la sangre ya coagulada en el asfalto nos dice que esto debe parar, no como unos cuantos caprichosos quieren, sino como todo un pueblo lo demanda. Es la hora de mirarnos a los ojos, debatir, irnos a la batalla de ideas donde nuestro sur sea menos críticas y más propuestas que estén orientadas a la tranquilidad de todos, pues, ¿Para qué centrarnos en construir futuro cuando al matarnos unos con otros estamos promoviendo que quien se adueñe de ese futuro sea una planicie desierta? Cada quien desde su liderazgo y espacio natural está llamado a la construcción de esta patria, el Cmdt. Chávez nunca fue mezquino en eso, y no hay motivo para que lo seamos sus hijos.


 Por último a los jóvenes de la oposición les exhorto a invertir su tiempo en leer, analizar, argumentar, auto cuestionarse, a ir deslastrándose de esa forma decrepita en como usan las redes sociales, innoven, sean veraces, indaguen y pongan en la balanza de la objetividad diferentes puntos de vista, que permitan crear una red en conjunto con nosotros para difundir una verdad verdadera, sé que es mucho pedir, tal vez veamos alcanzado el Socialismo antes que esta propuesta se materialice, pero para todo debe haber un esfuerzo. No es saludable andar por ahí compartiendo cuanta basura publiquen portales web como la Patilla o Dólar Today,  y presumir con ello que están siendo unos patriotas, no señores, lo que hacen es el ridículo y quedan muy mal cuando la verdad sale a relucir. Muchos me han dicho que es una pérdida de tiempo insistir en esto, creo que tienen razón, sin embargo es mi naturaleza promover que seamos los jóvenes quienes sentemos las bases del presente para que nuestras generaciones próximas tengan un legado de amor por sus espacios públicos, por sus símbolos patrios y para que sepan que tener patria no se traduce en tener un paper toilet. 



No tiene caso enumerar cada acto vandálico de esta gente, pruebas sobran, lo que sí creo pertinente es recalcar que la esencia de ser joven conlleva a tener responsabilidad social, ergo cada quien debe ser consciente que si se come la luz le caerá todo el peso de la Constitución, porque dentro de ella todo, fuera de ella nada. Concentrémonos para que nuestros movimientos siempre nos lleven al encuentro de senderos por la paz, quienes apostamos a una Venezuela libre de violencia y de anuncios beligerantes y injerencistas nos resteamos con Maduro y el legado de Chávez, allá los amargados, allá aquellos que pretenden cercenar de un corte todo el esfuerzo y el amor extrasensorial que le hemos puesto a esta patria querida en quince años. ¡Sepan los nacidos y los que están por nacer, que para que la revolución pueda fenecer primero debemos estar vencidos! No nos odien por no ser como ustedes, ámennos por no serlo. Nosotros en cualquier circunstancia seguiremos teniendo patria, seguiremos venciendo.



Del fortalecimiento de nuestra ideología dependerá el comportamiento de nuestra mente ante los medios de comunicación. Chávez es nuestra bandera, Maduro nuestra marcha al Socialismo.

jueves, 5 de septiembre de 2013

A seis meses de tu siembra Comandante.



Escrito por: Leidequer Duben.

Aún sigo sintiendo el sabor del nudo con tintes de oxido que amenazaba con dibujarme una asfixia mecánica aquella tarde del 05 de marzo cuando el viento traía consigo el llanto incrédulo de esta tierra por tu partida Hugo, padre. La misma fuerza que cubrió tus andanzas rebeldes inspiradas en cambiar el rumbo del destino que parecía ineluctable para Venezuela, es la misma fuerza que hoy, a seis meses de tu siembra comandante me mantiene sobre la tierra y me impide flotar cabizbajo y dócil ante hedor del abismo profundo de la tristeza que, aún hace sonar la diana de mis oídos cuando sin querer se escucha tu voz en alguna radio o televisión. El tono agudo y cargado de sentimiento patrio de tu voz retumba como tambores en los segundos que tarda cada latido de mi corazón en darle electricidad a mi alma, pues sí, es de hombres y mujeres libres y patriotas asumir sus realidades, y mi realidad es que la falta que le haces a tu pueblo es infinita, grande como el pensamiento con el que ciertas veces intento deducir cuan extenso es el universo o cuan pequeño es el amor por este pueblo heroico de quienes siempre te odiaron.

Recuerdo a diario a tu pueblo enfilado con dolor los días posteriores a tu partida para darte el adiós que ninguna escuela o universidad nos prepara para dar. El pueblo se convirtió en un prócer más en aquel paseo que se quedó pequeño para quienes asistimos con ahogado llanto a abrazarnos con camaradas que no conocíamos mientras tu capilla ardiente ondeaba la flama de esos deseos tuyos por seguir viviendo, si porque eso hiciste, enseñarnos a sentir el dolor de los demás, en este caso el mismo dolor. Esperar para verte hizo al tiempo deleznable, insípido, sin horas, ni minutos, simplemente un trayecto difuminado y mudo que me llevaba cual esclavo del sentimiento de poder ver tu rostro una vez más, y esas ganas eran las que combatían al plato de oro en el cielo que pretendía comernos vivos con sus ráfagas de lava cristalina. Cuan incongruente se hacia el cielo, cuan misteriosos los pensamientos con gritos adoloridos que sacudieron mi cabeza hasta llevarme al punto ciego de optar por resguardar tu rostro vivo bañado de aquella risa jijiji que tanto nos apretaba el corazón cuando nos la regalabas con tu fuerza de coloso. No sé cuanto dure en aquella fila, solo sé que no me arrepiento de no haber cambiado la imagen de tu existencia sonriente que siempre guardaré de ti.

Ya han pasado seis meses, y sigo inmutándome al recordarte cantando, al confirmarme a diario que nadie te quitaba ni te quitará lo bailao, transmitiendo tus enseñanzas solidas y estratégicas, hablándonos del Socialismo, no como una utopía, sino como un vaso de agua que nos espera tras una puerta cercana para quitarnos la sed de ver a esta Patria en paz de una vez por todas, sin divisiones, sin matanzas, donde la única ambición sea la de ser solidarios con los demás, no solo entre nosotros mismos sino con los demás pueblos. Sigo leyéndote, escuchándote con cierto valor para no fracturarme las miradas con lágrimas que solo me llevan a la idea desequilibrada que algún mensaje escondido nos dejaste y que aún no hemos aprendido a descifrar, tal vez por falta de madurez o por ser gentiles al permitirle paso al miedo de lo que enfrentaríamos de ser cierto esta absurda teoría.

Ya no es tiempo de perdernos en el exiliado laberinto de los malaventurados, es tiempo de forjar un compromiso infalible con estos días agitados que todavía mantienen tu aliento soplando como brisa que refresca nuestra convicción y nuestro amanecer con canto de gallo revolucionario. Los días en estos seis meses se han esfumado como jirones de seda rasgada, como si fueran tan solo una espuma borrosa flotando sobre los llanos a los que tanta poesía dedicaste. Si eres mar purifica mis pensamientos con el oleaje de tus conocimientos, si eres montaña hazme caminar sobre tus ideales y mantenerlos para el fuego a discreción de las batallas diarias, si eres viento sopla en la ventana mientras te leo apoyado al alfeizar de la ventana en esta casa que conserva intacto el olor de las alegrías por las victorias que nos resteamos para obtener para ti y tu pueblo, si eres sol resplandece con ese brillo de llama sagrada sobre la tolerancia que debo preservar para con aquellos que creen inhumanamente que tu siembra inmortal es un acto circense con bufones, y si eres idea hazme parte todos los días y las noches de ese método con en el que hiciste mutar un Por Ahora en unPara Siempre que, hoy por hoy es una innegable entelequia. Hazme parte de tus miradas desde el cuartel de la montaña para poder lograr transmitir con fuerza de cien caballos que no es casualidad que tanto nuestro Libertador Bolívar como TÚ en sus últimas proclamas nos llamaran a la UNIDAD.

            Algunos dicen que sembrar un árbol es sembrar humanidad, yo digo que sembrar un gigante es dar nacimiento a inmortales ideas.

Chavista hasta el último aliento. Chávez es Socialismo.