jueves, 21 de julio de 2016

Esquizofrénicas contradicciones.



Escrito por: Leidequer Duben.

El bienestar personal sólo se alcanza cuando se tiene plena conciencia de que cada centímetro de esfuerzo que se haga en esta gesta Chavista debe estar orientado al bienestar colectivo. Ya es inaguantable el hecho de que a estas alturas de la historia hayan “camaradas” que caigan en el hedonismo político de la derecha, estos que camuflan su inmadurez revolucionaria con una supuesta indignación hacia el Presidente Maduro porque se han venido adhiriendo a la tragicómica campañita: Maduro acabó con el legado de Hugo Chávez… vaya que eufemismo más grande, que falta de moral la de estos “compañeros de lucha” que al dejarse manosear por la Mesa de la Unidad Democrática y sus lebreles se prestan para el juego ambicioso del poder por el simple hecho de que allá, en la acera del frente la llama de sus egos se vuelve inextinguible.

         Digo esto obedeciendo a las actuales genuflexiones de muchos que veíamos (hasta la saciedad debo admitir) rasgando sus vestiduras tanto por Chávez como por Maduro, y que ahora por algún toque divino sufrieron una aberrante metamorfosis, pasando de ser: “Chavistas críticos”, a simples “Criticones del Chavismo”. Dicen que una manzana podrida pudre todo el cesto, si ese refrán lo vemos desde la óptica del compromiso militante, hay que aplaudir que gente como esa se aparte de nuestra visión patriótica, constructiva, humanista y socialista, porque es inaceptable, y más en estos momentos coyunturales, tener al lado del combate a quienes nunca han dejado de venerar la simbología Adeca, tener al lado a personas que al simple guiño de la oligarquía se prostituyan políticamente. No sólo hoy en día es inaceptable, si no una falta de respeto hacia nuestro Comandante.

Lo anterior abre las puertas a otro punto que siempre ha estado y jamás debe dejar de estar en los debates reflexivos, me refiero a aquellos y aquellas que también se rasgaron las vestiduras en la derecha y que hoy desfilan rimbombantes por tarimas del Partido Socialista Unido de Venezuela, y que cuidado pudieran no estar siendo vistos como el refrán de arriba, porque no es que moleste que trabajen dentro de gobiernos regionales o municipales, es que preocupa sobremanera ver que en el tiempo que tienen lavando las supuestas manchas de culpas que llevan en sus almas no se ha evidenciado algún aporte que tenga resonancia movilizadora en nuestra militancia, pero que aun así se les premie con cargos estratégicos y responsabilidades dentro del PSUV, responsabilidades que en mi humilde opinión sólo puede cumplir aquel o aquella que ha cultivado amor hacia los sacrificios de Hugo Chávez.

La inclusión no es un tema delicado, pero si hay que tratarla con bastante juicio, debe estar signada por la bienvenida sincera hacia todos los que vengan cargados de deseos de trabajar, de aportar a la visión productiva del Pdte. Maduro y de nuestro Pueblo, de luchar contra el flagelo económico de aquellos interesados en ver arder nuestra Patria, en fin, la bienvenida sincera a los y las que vengan buscando satisfacción de servir, lo que sí consideraré siempre un error mayúsculo es lo planteado en el párrafo anterior, ya duelen los oídos de tanta queja que no carecen de argumentos éticos por parte de esos compatriotas que han sudado sangre junto al Comandante Chávez y ahora con Maduro, los de siempre, los del ejemplo, los que mueven, los que convencen, los que buscan, los que llevan, los que se convierten en votos para la revolución, los dirigentes que sufren cuando otros dirigentes son dejados en la trastienda de la historia, los que no buscan cargos, si no responsabilidades, los vejados por un “Chavista” recién llegado de la MUD.

Por eso, en medio de este amasijo de esquizofrénicas contradicciones por parte de algunos siempre existirán turbulentas reflexiones por parte de otros, lo cierto es que cada vez se hace más difícil saber quién es peor, si el que dijo ser Chavista que nunca aportó nada y ahora está en la MUD o el de la MUD que ahora dice ser Chavista y aporta nada.

Me declaro en favor de un PSUV menos panfletario y más entregado en cuerpo y alma a las luchas diarias de los hombres y mujeres que construyen Patria desde sus comunidades y con sus comunidades.

Chávez vive... Maduro Sigue…


Esquizofrénicas contradicciones.



Escrito por: Leidequer Duben.

El bienestar personal sólo se alcanza cuando se tiene plena conciencia de que cada centímetro de esfuerzo que se haga en esta gesta Chavista debe estar orientado al bienestar colectivo. Ya es inaguantable el hecho de que a estas alturas de la historia hayan “camaradas” que caigan en el hedonismo político de la derecha, estos que camuflan su inmadurez revolucionaria con una supuesta indignación hacia el Presidente Maduro porque se han venido adhiriendo a la tragicómica campañita: Maduro acabó con el legado de Hugo Chávez… vaya que eufemismo más grande, que falta de moral la de estos “compañeros de lucha” que al dejarse manosear por la Mesa de la Unidad Democrática y sus lebreles se prestan para el juego ambicioso del poder por el simple hecho de que allá, en la acera del frente la llama de sus egos se vuelve inextinguible.

         Digo esto obedeciendo a las actuales genuflexiones de muchos que veíamos (hasta la saciedad debo admitir) rasgando sus vestiduras tanto por Chávez como por Maduro, y que ahora por algún toque divino sufrieron una aberrante metamorfosis, pasando de ser: “Chavistas críticos”, a simples “Criticones del Chavismo”. Dicen que una manzana podrida pudre todo el cesto, si ese refrán lo vemos desde la óptica del compromiso militante, hay que aplaudir que gente como esa se aparte de nuestra visión patriótica, constructiva, humanista y socialista, porque es inaceptable, y más en estos momentos coyunturales, tener al lado del combate a quienes nunca han dejado de venerar la simbología Adeca, tener al lado a personas que al simple guiño de la oligarquía se prostituyan políticamente. No sólo hoy en día es inaceptable, si no una falta de respeto hacia nuestro Comandante.

Lo anterior abre las puertas a otro punto que siempre ha estado y jamás debe dejar de estar en los debates reflexivos, me refiero a aquellos y aquellas que también se rasgaron las vestiduras en la derecha y que hoy desfilan rimbombantes por tarimas del Partido Socialista Unido de Venezuela, y que cuidado pudieran no estar siendo vistos como el refrán de arriba, porque no es que moleste que trabajen dentro de gobiernos regionales o municipales, es que preocupa sobremanera ver que en el tiempo que tienen lavando las supuestas manchas de culpas que llevan en sus almas no se ha evidenciado algún aporte que tenga resonancia movilizadora en nuestra militancia, pero que aun así se les premie con cargos estratégicos y responsabilidades dentro del PSUV, responsabilidades que en mi humilde opinión sólo puede cumplir aquel o aquella que ha cultivado amor hacia los sacrificios de Hugo Chávez.

La inclusión no es un tema delicado, pero si hay que tratarla con bastante juicio, debe estar signada por la bienvenida sincera hacia todos los que vengan cargados de deseos de trabajar, de aportar a la visión productiva del Pdte. Maduro y de nuestro Pueblo, de luchar contra el flagelo económico de aquellos interesados en ver arder nuestra Patria, en fin, la bienvenida sincera a los y las que vengan buscando satisfacción de servir, lo que sí consideraré siempre un error mayúsculo es lo planteado en el párrafo anterior, ya duelen los oídos de tanta queja que no carecen de argumentos éticos por parte de esos compatriotas que han sudado sangre junto al Comandante Chávez y ahora con Maduro, los de siempre, los del ejemplo, los que mueven, los que convencen, los que buscan, los que llevan, los que se convierten en votos para la revolución, los dirigentes que sufren cuando otros dirigentes son dejados en la trastienda de la historia, los que no buscan cargos, si no responsabilidades, los vejados por un “Chavista” recién llegado de la MUD.

Por eso, en medio de este amasijo de esquizofrénicas contradicciones por parte de algunos siempre existirán turbulentas reflexiones por parte de otros, lo cierto es que cada vez se hace más difícil saber quién es peor, si el que dijo ser Chavista que nunca aportó nada y ahora está en la MUD o el de la MUD que ahora dice ser Chavista y aporta nada.

Me declaro en favor de un PSUV menos panfletario y más entregado en cuerpo y alma a las luchas diarias de los hombres y mujeres que construyen Patria desde sus comunidades y con sus comunidades.

Chávez vive... Maduro Sigue…


miércoles, 16 de marzo de 2016

Es contigo camarada. Por: Leidequer Duben.

Quien tenga dudas en la actualidad de los planes conspirativos, desestabilizadores y golpistas de la MUD y sus lebreles politiqueros, no sólo es un pendejo o pendeja meando fuera del perol, si no que deja en evidencia que una profunda sequía emocional agrieta su esfera perceptiva de lo social, siendo este defecto o efecto el que controla los hilos de sus opiniones, haciéndole o haciéndola rayar a veces en el ridículo, pues sin darse cuenta emiten absurdos y ensalivados discursos contra el Gobierno Bolivariano carentes de argumentos sostenibles, porque para él o para ella, la salida, “única”, “innegable”, “razonable”, y “escrita en no sé cuál Salmo de la Santa Biblia”, es la renuncia del Pdte. Nicolás Maduro, incluso el hacinamiento de excremento que tienen el cerebro les da para que agreguen a todo ese andamiaje golpista, la profética frase: ¡Está escrito!

La actitud de los voceros y voceras de la derecha venezolana día a día se torna más nefasta, nada atípico de ellos y ellas. Cada palabra es una alusión a “causas nobles” que están manchadas por insinuaciones demoniacas enfiladas hacia el Palacio de Miraflores, es claro que nosotros tenemos un sur, que ya no sólo se traduce como la preservación del legado del Cmdt. Chávez, si no en un definitivo acompañamiento moral signado por la constancia y la más alta lealtad para con su hijo Maduro, ella, la MUD tiene el mismo norte desde que el Arañero juró sobre aquella moribunda, el mismo plan trasnochado que, no sólo han diversificado e intensificado, si no renovado en una serie de estrategias nacidas de histerias y rabietas de “políticos” mimados, un plan que en su afán de verse materializado se ha convertido en todo un experto mixólogo cuyo único cóctel lo prepara con odio, lágrimas, sangre y muerte, porque cualquier mecanismo de índole constitucional que no haga juego con el sadismo, cinismo y sus borracheras de egos, desfigura por completo el plan, el mismo target, la Presidencia de esta Patria.

Quien hoy dirige la Asamblea Nacional, sabe que hay un grupo de venezolanos y venezolanas que apuestan a que se desate de una vez por todas una ola de caos, matanzas colectivas, asesinatos selectivos, apuestan a que aquella película de terror vivida en las guarimbas del 2014 tenga una segunda parte, esto no sólo hay que decirlo con responsabilidad, si no hablarlo en cualquier parte sin tapujo alguno, sin temor a ser tildado de paranoico, porque se palpa en sus palabrerías, en sus comentarios fascistas, se palpa en sus ojos cuando ven que llevas puesta la gorra tricolor 4F. Esto ya no corresponde sólo al terrorismo emocional proveniente de los medios nacionales e internacionales que atacan sin piedad al Pueblo Chavista, si no que a todo ese entramado para nada irrisorio se le anexa la figura de ese que, circunstancialmente hoy preside la AN, un personaje que sabe manejar sin maniqueísmos el papel que le ha tocado jugar, un experto en elegir frases altisonantes que transmiten códigos de odio más eficaces y que lo proyectan como el más idóneo para llegarle a ese grupo de venezolanos y venezolanas que creen que esto se arregla a los coñazos. Ramos Allup, a quien ahora sus sirvientes mediáticos lo venden como candidato presidencial como si este Pueblo tuviese recuerdos vagos de su proveniencia y perfil, es sin duda el botón de autodestrucción de la oposición venezolana, pero ello no implica que no se esté forjando su imagen presidencial, porque él sabe que Capriles sólo levanta sospechas, que a Leopoldo no es conveniente tenerlo en las calles, que a María Corina le urge asistencia psiquiátrica más que a Leopoldo y que el filósofo Rosales es una simple burla hecha hombre, en ese sentido quedaría un cartucho, Henry falcón, pero obviamente Ramos Allup no va a permitir que el logo de Avanzada Progresista pisotee el de Acción Democrática, porque eso sería un golpe bajo a su ya marchitado ego.

La realidad que vivimos está condicionada en una serie de elementos que hay que saber comunicar, proyectar, publicar, compartir, elementos sociales, económicos, culturales, nacionales e internacionales que son interesantes, pero que hay que hacerlos relevantes para debates sinceros entre nosotros mismos o con la oposición. Los medios de la derecha siempre van a vender la imagen del Pdte. Maduro, su Gobierno y su Pueblo, como la raíz del desastre, pese a todo esfuerzo nacido de clamores sociales, pese a todo esfuerzo por mejorar la economía del país, pese a todo esfuerzo por neutralizar la guerra económica, pese a todo esfuerzo que se haga contra sequias, bajas de precios del petróleo, ataques y amenazas de: enmienda, revocatorio, constituyente, salida, golpes, descargues de arrechera o cualquier otra andanada de miserables ideas que se le ocurra a la MUD. A los medios de la derecha y sus voceros digitales les convienen tenernos asediados con su guerra asimétrica porque saben que estamos mejores formados ideológicamente, asimismo les conviene seguir inyectando silenciosamente contenidos tergiversados a su audiencia para que no dejen de creer que asesinos, terroristas, banqueros prófugos y demás joyas son heróes.

No es momento de simpatizar con la hipocresía. No es momento de lanzar coñazos al vacío. No es momento de temerle a la autocrítica verdaderamente Chavista. No es momento de crear discusiones estériles. No es momento de decir que con el Cmdt. Chávez no estuviéramos viviendo esto. No es momento de echarnos las que nos guindan al hombro. No es momento de vociferar sandeces. No es momento de pensar en el yo. No es momento de improvisaciones. No es momento de engañar ni de llamarnos a engaño. No es momento de promesas que no estén concebidas por compromisos. Ya no es momento de lamentos, es el momento de las propuestas productivas. Es el momento de sincerar si somos o no como Chávez y asumir los problemas. Es el momento de salirle al paso a las adversidades. Es el momento de que los medios sean instrumentos nuestros y no nosotros instrumentos de ellos. Es el momento de hacer comunicación de altura, sin vacilaciones, para nada panfletaria, más informativa sobre lo que se hace y se hará. Es el momento de pensar en el nosotros. Es el momento de accionar con premeditación, con rectificación, con el impulso patriótico más profundo. Es el momento de señalar a quienes son dóciles a actos de corrupción, a quienes se prostituyen por dadivas burocráticas. Es el momento de enterrar la infamia y la deslealtad. Es el momento de que las bases del PSUV y del GPP sean banderas de dignidad. Es el momento de tocar a nuestro Pueblo para invitarlo al trabajo, y no manosearlo para sumergirlo en la desesperanza. Es el momento de que “el no cruzarnos de brazos” deje de ser retórica y se convierta en acción diaria. Es el momento de dejar de ser cómplices delincuenciales indirectos de quienes se dicen Chavistas para cometer cualquier delito. Seamos los líderes, lideresas, los cuadros que Chávez quiso, si es el momento de ser revolucionarios y revolucionarias, seámoslo entonces al lado de Maduro, porque si es el momento de la Patria no le corresponde asumirlo sólo a él.