“Si a los jóvenes se les invita a levantar un puente, son
pocos los que se aprestan a esa tarea constructora, pero si se les invita a
destruir un puente son muchos los que contribuyen a derribarlo”.
La cita con la que abro este artículo reposa
inexorable ante el tiempo en el libro “Joven, Empínate” del maestro Luís
Beltrán Prieto Figueroa, mostrado por primera vez en 1967. Pese al tiempo que
ya nos ha caído encima desde aquellos años, se mantiene vivo el contenido
desarrollado en todas sus páginas y nos yuxtapone un punto de vista
verdaderamente reflexivo que conlleva a conclusiones bien argumentadas en los
acontecimientos que ha vivido nuestra patria desde el 12 de febrero del
presente año. Ciertamente la cita de arriba encierra todo un sin número de
preguntas, pero no podemos obviar el hecho que, la metamorfosis que nuestra
conciencia ha sufrido basado en el proceso enseñanza-aprendizaje dentro de la
concepción Bolivariana y Chavista nos aparta de ipso facto de esos jóvenes,
porque hemos aprendido no solo a tener sentido de pertenencia sino a conectarnos
sentimentalmente con nuestros logros, y de ello se desprende el dolor por
verlos destruidos y arreciados por la lluvia de odio de algunos pocos.
Ahora bien, ha quedado demostrado que el trabajo
psicológico impuesto por los grandes tanques de pensamientos ha tenido una
buena cosecha, productos (jóvenes) que sin darse cuenta han sido programados
para ser agentes multiplicadores de mensajes cuyo fin no es afirmar o negar una
información, sino alimentar la alienación ya implantada para llegar a tener
soldados no solo en la guerra 2.0, también en el campo terrenal, verbigracia
aquellos que logras escuchar maldecir al gobierno mientras espera en una cola
de Mercal buscando una reacción en cadena de críticas que nunca llegan. Si he
de atreverme a decir cuando comenzó este emporio mediático a imbuir toda esta
paranoia social en la oposición venezolana, creo que fue al ganar el Cmdt.
Chávez las elecciones del 98, de ahí se movilizó toda una artillería poderosa
de empresarios, politiqueros, dueños de medios de comunicación con contactos
que hicieron más fácil el acceso al imperio yanki, que al ver tocados sus intereses
arremeten sin piedad no solo contra un hombre sino contra un pueblo entero. La historia se repite con Maduro.
Hoy en día la estolidez de muchos jóvenes ha
aumentado por el constante ataque psicológico, y eso los convierte en presas
fáciles de manipulación, lo que implica un peligro, porque cuando azotas
tanto a un león no esperes que salga a dar besos al ser desencadenado. Es por eso
que se ha suscitado todo este tipo de vandalismo, arrojando un saldo lamentable de más de treinta venezolanos asesinados, que por distintas razones se encontraban
en el minuto que no debían. Pero, ¿Acaso el odio visceral hacia un gobierno
tildado estúpidamente de dictatorial es razón suficiente para salir a
arrasar con todo lo que consigan a su paso? ¿Para poder derrocar a un gobierno
electo por mayoría se amerita de guayas que degollen motorizados? ¿Qué culpa
tienen los árboles de que a los escuálidos no les guste como le queda el bigote
al Pdte. Maduro? ¿Qué tipo de catarsis espiritual hará ahora el señor Leopoldo
López y compañía para entender que, debido a su grandísima irresponsabilidad ha
acaecido toda esta tragedia que ha enlutado casas de hermanos y hermanas
venezolanas? Creo que muy en el fondo de alma podrida de este señor no hay
espacio para arrepentimientos, pero sí, para una ahogada risa que debería
acompañarle cual mejor amiga por mucho tiempo en la cárcel.
La actitud de nuestro pueblo chavista ha sido la
más adecuada aún cuando nos embarguen impulsos de pasarle por encima a toda
esta ola de desgracia, pero el Cmdt. Chávez nos enseño que la mejor forma de
vencer a este tipo de enemigos es con la paz, paz que abrazamos y ondeamos como
bandera de verdadera esperanza, paz que estos sectores pisotean frente a nosotros
deliberadamente a sabiendas que estamos obligados moralmente a no caer en el juego de la
confrontación cuerpo a cuerpo, pero ¿Cuánto puede durar tal obligación moral? Debería
ser todo lo necesario para no crear las condiciones perfectas para una
intervención extranjera, pues de ser así no quedaría vivo venezolano alguno previo
a dicha injerencia militar. Confío en un dialogo sincero entre nosotros los
jóvenes, sé que no todos los jóvenes de la oposición están comprometidos desde
la medula con esta barbarie, confío que uno, por lo menos uno tome el control de
sus ideas y se desconecte de ese ambiente neurointeractivo que le hace creer
que colocar una barricada, un francotirador, una guaya es parte de un guión
para videojuegos.
¿Quién en su sano juicio pensó que Leopoldo López
y María Corina Machado podrían dirigir toda una masa de violentos cuando ni
ellos, como actores políticos no saben dirigirse? Creo que en este caso no
sería “dirigir” sino “controlar”, aún así, a ambos se les escapó de las manos.
La idea de la salida fue el artilugio para sembrar resortes emocionales que
permitirían reactivar el golpe de estado en Venezuela, aquí confluyeron y lo siguen haciendo, los medios internacionales basándose en toda la gama de
asesores mediáticos que tienen para proyectar, si se quiere hasta al mismo
planeta Marte que el gobierno del Pdte. Maduro está reprimiendo brutalmente a
malandros drogadictos que se hacen pasar por estudiantes pacíficos, o
viceversa.
Creo que fueron víctimas de sus propias
consignas, porque se cansaron y eso les llevo a perder una vez más. Maduro
orinó en la mecha lenta del golpe en cuestión. ¡El arte de la guerra! Ellos
mismos produjeron un efecto de rechazo que permitió todo una galería de puestas
en escenas que no eran cónsonas con lo que profesaban. Quedaron en pena, no
solo en nuestro país, sino con sus amigos del mundo como lo hacían ver por las
redes sociales. La oposición nunca se ha manejado por medio de la
improvisación, al menos no al comienzo de acciones como estas, es premeditada,
y tal virtud le permite amalgamar situaciones y posturas que permiten crear un
arquetipo de batalla campal que no les favorece nunca, ni siquiera en lo
electoral donde están destinados a ser derrotados, destino que Reinaldo Dos
Santos no ha podido contrarrestar. Ellos saben que esta guerra se gana con
votos, no con visiones fatídicas, así de simple.
¿Qué nos depara la detención de Leopoldo López,
Daniel Ceballos y Scarano? Sin olvidar que la señora Machado también está al
borde del desfiladero por conspiración a su país. Realmente no debería preocuparnos,
porque contamos con una Fuerza Armada Nacional Bolivariana sólida y apegada a
la Constitución, y un pueblo indómito que saldrá con mayor contundencia que en
abril del 2002. También somos como esos leones que azotan, no se crean, de esos
que azotan con barbarie, con indignación, y que si nos llegarán a desencadenar el resultado sería irreversiblemente triste. Pero la sangre ya coagulada en
el asfalto nos dice que esto debe parar, no como unos cuantos caprichosos
quieren, sino como todo un pueblo lo demanda. Es la hora de mirarnos a los
ojos, debatir, irnos a la batalla de ideas donde nuestro sur sea menos críticas
y más propuestas que estén orientadas a la tranquilidad de todos, pues, ¿Para
qué centrarnos en construir futuro cuando al matarnos unos con otros estamos
promoviendo que quien se adueñe de ese futuro sea una planicie desierta? Cada
quien desde su liderazgo y espacio natural está llamado a la construcción de
esta patria, el Cmdt. Chávez nunca fue mezquino en eso, y no hay motivo para que
lo seamos sus hijos.
Por último a los jóvenes de la oposición
les exhorto a invertir su tiempo en leer, analizar, argumentar, auto
cuestionarse, a ir deslastrándose de esa forma decrepita en como usan las redes
sociales, innoven, sean veraces, indaguen y pongan en la balanza de la
objetividad diferentes puntos de vista, que permitan crear una red en conjunto
con nosotros para difundir una verdad verdadera, sé que es mucho pedir, tal vez
veamos alcanzado el Socialismo antes que esta propuesta se materialice, pero
para todo debe haber un esfuerzo. No es saludable andar por ahí
compartiendo cuanta basura publiquen portales web como la Patilla o Dólar
Today, y presumir con ello que están siendo unos patriotas, no señores,
lo que hacen es el ridículo y quedan muy mal cuando la verdad sale a relucir.
Muchos me han dicho que es una pérdida de tiempo insistir en esto, creo que
tienen razón, sin embargo es mi naturaleza promover que seamos los jóvenes
quienes sentemos las bases del presente para que nuestras generaciones próximas
tengan un legado de amor por sus espacios públicos, por sus símbolos patrios y
para que sepan que tener patria no se traduce en tener un paper
toilet.
No tiene caso enumerar cada acto vandálico de
esta gente, pruebas sobran, lo que sí creo pertinente es recalcar que la
esencia de ser joven conlleva a tener responsabilidad social, ergo cada quien
debe ser consciente que si se come la luz le caerá todo el peso de la
Constitución, porque dentro de ella todo, fuera de ella nada. Concentrémonos para que nuestros
movimientos siempre nos lleven al encuentro de senderos por la paz, quienes
apostamos a una Venezuela libre de violencia y de anuncios beligerantes y
injerencistas nos resteamos con Maduro y el legado de Chávez, allá los
amargados, allá aquellos que pretenden cercenar de un corte todo el esfuerzo y
el amor extrasensorial que le hemos puesto a esta patria querida en quince
años. ¡Sepan los nacidos y los que están por nacer, que para que la
revolución pueda fenecer primero debemos estar vencidos! No nos odien por
no ser como ustedes, ámennos por no serlo. Nosotros en cualquier circunstancia
seguiremos teniendo patria, seguiremos venciendo.
Del fortalecimiento de nuestra ideología
dependerá el comportamiento de nuestra mente ante los medios de comunicación.
Chávez es nuestra bandera, Maduro nuestra marcha al Socialismo.