Autor:
Jesús Fernando
Vallera.
Militante
Revolucionario.
Sin mucho conocimiento de lo que ocurría en ese entonces, aquel 4 de febrero de 1992, dejó una huella
imborrable en mi, ver a un hombre vestido de militar dirigiéndose al país y
decir “por ahora”, me hizo pensar a mis 9 años, que la historia continuaría.
Con el transcurrir de los años, y la formación política familiar que
recibí, claro sin percibirlo, fui despertando ese espíritu revolucionario y
combativo, al punto de que en 1997, confronté a una profesora de Castellano en
el Liceo Sucre, de la ciudad de Cumaná, que tomó un ensayo escrito por mi (tema
libre a sugerencia de la profesora), para tratar de ridiculizarme ante mis
compañeros, pues había escrito en él acerca de como los adecos le habían robado
las elecciones a Ramón Martínez en Sucre y las razones por la que tuvieron que
repetirse.
Ya Hugo Chávez estaba en la calle en ese momento y era recurrente
escuchar a los profesores en ese Liceo hablar mal de quien a posteriori se
convirtiese en Nuestro Líder Supremo.
A pesar de que en 1998, no tenía la edad para votar, creí firmemente
en la propuesta y en la figura de Hugo Chávez, de hecho, recuerdo un año
después, haber ayudado al entonces dirigente estudiantil, Rafael Acuña (ni su
nombre sabía, ya que nadie lo llamaba por su nombre), y a un nutrido grupo de
estudiantes de la Universidad de Oriente, a repartir ejemplares de la propuesta
de Constitución, en formato periódico, en el centro de la ciudad de Cumaná.
Indiscutiblemente, Chávez marcó desde sus inicios mi vida, es y será
por siempre mi guía.
Escribo en lo personal, porque desde su muerte física aquel 5 de
marzo, donde fue imposible contener las lágrimas y el dolor por haber perdido a
un ser querido, he venido observando como desde la derecha han querido borrar
de la historia a ese hombre que dio su vida por una Patria.
Desde frases como “Chávez está muerto y nadie se los va a devolver”
o “Maduro no es Chávez” hasta el reciente bodrio de audio montado utilizando la
figura del Camarada Mario Silva, han pretendido romper los fuertes lazos de
Unidad Revolucionaria que concentró alrededor de su figura, Nuestro Comandante
Eterno.
La derecha cree que fracturando la Unidad Chavista, la Unidad
Revolucionaria, volverán a asesinar a Hugo Chávez.
Lo que me llama poderosamente la atención es que desde filas
Revolucionarias también intentan volver a matar a Nuestro Líder Supremo. ¿Cómo lo
hacen? Haciéndose eco de los rumores, montajes y falsedades de la derecha, o
una práctica más reciente, llamar a todo “Hugo Chávez”.
He visto en los últimos días
llamar Hugo Chávez a Complejos Habitacionales, Jardines, Tramos Viales,
Puentes, Salas de Lectura y hasta Puestos Policiales. En pocas palabras quieren
convertir en “moda” colocarle el nombre de Hugo Chávez a cualquier cosa, y
lamentablemente las modas pasan. Quiero hacer un llamado de atención, Chávez no
es cualquier cosa, Chávez es un Gigante que merece la magnanimidad de su
figura, y como fiel creyente de su doctrina creo firmemente que hay que
respetarlo. Él mismo lo dijo en su momento, “no es posible que a todo quieran
llamar Socialista”.